miércoles, 14 de noviembre de 2007

CUESTIÓN DE MODELO

"Yo quería más a mi nana que a mi madre , porque a mi madre casi no la veía".

Esta frase se la oí hace años a una persona cuyos padres por su profesión vivieron en distintos países y estaban muy ocupados ,tanto que delegaban la educación de sus hijos en su nana.Quizá sea una situación extrema o quizá no.

Cuando uno tiene su primer hijo normalmente no tiene mucha experiencia con niños salvo que profesionalmente se dedique a ellos o sea" hermano mayor" de una familia numerosa.
Entonces uno se plantea cómo quiere educarlos, qué hábitos , costumbres ,valores , idiomas ,conocimientos ,etc, les quiere transmitir y a qué guardería, colegio...les quiere llevar, o con qué persona les va a dejar, que sea capaz de ayudarle en la tarea educativa.

Y de la misma manera que si los niños están con una persona que les habla inglés aprenderán a hablarlo, si les enseñan las letras aprenderán a leer, si les enseñan a ser ordenados lo aprenderán , si les quieren aprenderán a querer.Y en sus primeros años querrán a esa persona que les sonríe , alimenta, canta, juega con ellos, les da besos ;y aprenderán sus gestos, su forma de hablar, y todo aquello que le vean hacer.( cuántas veces encontramos a nuestros hijos repitiendo expresiones que nos han oído y no entienden, o formas de mover las manos y gesticular).
Hace poco en la prensa presentaban el problema de dos bebes que por equivocación fueron cambiados de madre en el hospital, y al darse cuenta del error al cabo de seis meses, no saben qué hacer para que los niños no sufran con el cambio de padres.

Uno no ama lo que no conoce y cuanto más lo conoce , más lo puede amar.

Por eso creo que es importante dedicar tiempo a las hijos ,en cantidad y calidad,porque de ese modo les querremos, se sentirán queridos , aprenderán de nosotros modos , actitudes, y también conocimientos.Y como todo no podemos hacerlo,escoger bien qué funciones se delegan y a qué personas porque en ello nos jugamos mucho.

1 comentario:

Benita Pérez-Pardo dijo...

Fundamental dedicar tiempo a los hijos. Muuuuuuuuucho tiempo.
Mi padre, un hombre bastante ocupado, siempre pedía que le acompañara alguien a por pan, el periódico, a por unos planos, a la librería, a donde quiera que fuera. De pequeña pensaba: ¡no sabe hacer nada sólo!.

Ahora que soy madre me doy cuenta que no se reservaba ni un segundo para él y así, sus catorce hijos tenemos "complejo" de hijos únicos y preferidos.

El murió hace años, antes que naciera mi primer hijo pero nos dedicó tanto tiempo que tengo claro lo que él haría en cada circunstancia y que consejos me daría.

Un abrazo