jueves, 8 de noviembre de 2007

EL ORDEN ...¡QUÉ LÍO!

Dicen que de niños aprendemos con más facilidad a ser ordenados que de mayores.Es verdad que a ciertas edades los niños sienten gusto por colocar las cosas y les molesta que se les cambien de sitio.
Pero me da la impresión de que llega una edad (la del pavo) en que en nuestro cuerpo se nos desordenan unas cuantas cosas que se irán ordenando de nuevo al madurar , y entre ellas está la facilidad para ordenar.De la adolescencia salimos: unos maníacos del orden,otros maníacos del desorden y otros debatiendonos contínuamente entre lo uno y lo otro.

Si es verdad que el Universo tiende al desorden, por eso debe de ser tan costoso mantener las cosas ordenadas ¿cuánto dura una mesa ordenada,un armario ordenado? ¿cuántas veces hay que proponerse:tal día me dedico a ordenar? ¿cuántas veces pensamos: a ver si un día de estos ordeno...los papeles,la ropa,los libros,los resguardos de la tarjeta,los cosméticos,los CDs,el trastero,los juguetes? ¿cuántas cosas encontramos a nuestro paso y pensamos: a ver si viene alguien detrás y las recoge?

Pero con ser tan costoso, creo que el orden ( no el hecho de ordenar) tiene un atractivo especial para proceder a desordenarlo:

-En una casa ordenada apetece estar,sentarse en el sofá y revolver los almohadones.
-En una tienda bien colocada apetece desdoblar una y otra prenda (para desesperación de las dependientas) y comprar.
-En una mesa despejada da gusto desplegar los papeles para trabajar.
-En una cocina bien organizada apetece sacar instrumental e ingredientes .
-En una estantería en que acabas de ordenar los libros,ese día todos encuentran un libro para leer.
-En el armario de los juguetes recién colocado, los niños descubren de nuevo juguetes antíguos.

Pero hay que volver a ordenar ,para poder desordenarlo ¡qué lío!

9 comentarios:

Altea dijo...

Lo peor es cuando ordenas y luego no encuentras nada. ¿Para qué lo habré cambiado de sitio?

Anónimo dijo...

Y qué me dices de las cosas que están ordenadas fuera de su sitio.
No hay modo de verlas.
Pasa mucho en las mudanzas. Tienes una caja que aún no quieres abrir porque no sabrías dónde colocar el contenido. La pones en un rincón y sin saber como, la caja se apropia del rincón y entra a formar parte de la decoración. Desde ese momento se vuelve invisible, ya no llama la atención y podría permanecer en ese rincón eternamente... si no fuera por los necesarios dias de hacer orden en los que todos los objetos de la casa son interrogados: ¿es ese tu sitio?.

Lucía dijo...

Es verdad,altea,con lo localizadas que tiene uno las cosas en el desorden...

Lucía dijo...

Si no fuera por esa capacidad de adaptación a las cajas,creo que no sobreviviríamos a las mudanzas i.riñón

Benita Pérez-Pardo dijo...

Me suena que Santo Tomás definía la felicidad como "la paz en el orden".

En mi continúa lucha (conmigo misma) a favor del orden reconozco que el orden es la clave de muchísimas cosas. O de todas... si entramos en un orden "profundo"

Lucía dijo...

Es verdad benita que el orden interior es el más importante,y se refleja al exterior.Pero es más fácil hablar del exterior, que del que afecta a nuestra intimidad...

Benita Pérez-Pardo dijo...

El orden exterior fundamental... La cantidad de tiempo que se ahorra en buscar cosas y limpiar es muchísimo más rápido si todo está ordenado...

Anónimo dijo...

Hay un psiquiatra muy bueno (Aquilino Polaino) al que le oí decir que las mujeres eramos unas "recojonas" suena mal pero quería decir que nada más comer, a recoger, sin sobremesa tertulia ni nada.
Es verdad, a veces hay que pasar un poco por alto el desorden. Pero es difícil.

Lucía dijo...

ja,ja,ja,dominica tienes razón.