Los días de este año 2008 pasan tan rápidamente que da la impresión de haber dejado caer todo el peso de los problemas sobre el pie del acelerador, no se si en un acto inconsciente o fruto del deseo de que se esfumen cuanto antes.
Sin embargo ,para los cristianos estos días se impregnan de alegría, mejor dicho, rezuman alegría desde dentro, porque celebramos La Resurrección de Cristo que es lo que llena de Esperanza nuestra vida.Lo que de otro modo podría no tener sentido, o lo que tendría un sentido de más corto alcance, encuentra en estos días su razón de ser
Todo lo de esta vida, sus alegrías , dificultades, gozos, rabietas, incomprensiones, apuros, ideales, cansancios, desánimos, proyectos...todo nos puede servir para llegar a la gran meta cuyas puertas se nos han abierto.
En la Encíclica Spe Salvi , el Papa Benedicto XVI al comienzo escribe : " el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino".
A lo largo de sus páginas va explicando cual es esa meta, cual es la gran esperanza para el hombre ,que le puede hacer decir a alguien como J.Bakhita que fue esclava: "yo soy definitivamente amada, suceda lo que suceda; este gran Amor me espera.
Merece la pena leer y releer despacio esta Encíclica que nos puede dar luces ysobre todo Esperanza.
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