lunes, 15 de diciembre de 2008

LLEGA LA NAVIDAD

Me gusta imaginarme la tierra como nos la muestran los satélites, verde y azul salpicada de algunas nubes blancas e iluminada por la luz del sol.

Pero a veces me viene una imagen un poco distinta cuando oigo noticias y sucesos que tienen lugar en ella.Es como si una sombra oscura y fría la cubriera y al acostumbrarse los ojos a ella descubriera poco a poco puntos luminosos, algunos muy brillantes,que van iluminando y calentando pequeñas zonas.

Para mí, estos puntos son las personas que están cerca de Dios, algunos tan cerca que son capaces ayudar a que otros también iluminen.
La luz no es uniforme. Aumenta de intensidad cada vez que un alma dirige su pensamiento a Dios; cada vez que alguien pasa la noche en vela por cuidar a un familiar, a un amigo; cada vez que un médico se esfuerza por salvar o mejorar una vida; cada vez que alguien vence la tentación de dejarse corromper; cada vez que se alegra el corazón de alguien atribulado; cada vez que en medio de la injusticia alguien perdona; cuando se hace algo por remediar la pobreza de otros; cuando en medio de la humillación se levanta el corazón a Dios...

No faltan luces que se apagan y zonas en que la oscuridad se hace más densa pero también hay pequeñas explosiones luminosas cuando las almas piden perdón a Dios y vuelven a iluminar.

En estas Navidades Dios viene a la Tierra para darnos su luz. Que le abramos las puertas del corazón y ayudemos a otros a encenderse para que el día de Navidad podamos ofrecer al Niño Jesús una gran esfera iluminada.

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