Hace unos años( ya casi se me olvidan) , impartía clases de biología en un colegio en el que, además ,tenía que hacer unas tutorías a mi manera y entender, que no era mucho dada mi inexperiencia.Además el tiempo con que contaba era indefinido...todo el que quisiera fuera del horario de clases, por otra parte numerosas.Con mi inexperiencia y las muchas ganas de ayudar llamaba a los padres y hablaba con los hijos.
En una ocasión me encontré con un chico de unos 15 años al que yo desde fuera calificaba como "guaperas", inteligencia normal y ganas de llamar mi atención con sus comentarios,pero que no daba palo al agua y aprobaba por los pelos.Hablando con el me contó algunas cosas de su vida y...lo más importante :que el necesitaba hablar con su padre pero que este le daba de todo y sin embargo no podía hablar con el.
Busqué la ocasión de sugerírselo al padre, sin contarle nada de nuestra conversación y me dijo :"tienes razón, pero yo no lo puedo hacer".Insistí lo que pude por si le hacía cambiar de parecer, pero no hubo manera.No se qué habrá sido de ellos, pero a mí me impactó y he sacado algunas conclusiones prácticas:
-Hay que dedicar tiempo a los hijos ,y sin medida.
-Si uno no sabe cómo,conviene asistir a cursos o leer libros sobre educación.
-Detrás de muchas cosas está la necesidad de ser aceptados y escuchados.
-A los hijos el tener muchas cosas les sirve para poco y si no hay cariño, para menos.
-Hay que aprender a leer en sus caras y en sus actitudes.
-Si no lo hacen los padres,lo harán otros y no sabemos los consejos que les pueden dar.
miércoles, 17 de octubre de 2007
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2 comentarios:
¡Qué miedo me da este blog!
¡suto muete!
Sí, desde luego hay que dedicar tiempo a los hijos.
Cuando murió mi padre, cada hermano,por su cuenta, comentaba que era su favorito!!!
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