ISABEL TIENE RAZÓN

Me escribe Isabel diciéndome que ya va siendo hora de empezar el año en el blog y tiene razón.Ni he terminado el año anterior ni he empezado éste.

He tenido el blog en estado de hibernación mientras intentaba hacer de las Navidades un tiempo (no meteorológico,por supuesto, que de eso ya se ha encargado el cielo cubriendo España de nieve) diferente en mi familia: por el modo de estar, por el de no estar, por el de hablar y el de no hablar; también por el de comer, por el aspecto de la casa, la música...No sé si habré conseguido algo, pero le he dedicado tiempo y espero que se haya notado.

Alguien me comentaba:" y ahora a guardar todo otra vez..." Si, otra vez guardamos los mismos adornos ( con la crisis lo único nuevo fueron muñequitos para el árbol que algunas tiendas regalan y que abultan casi más que el regalo ) con cuidado, para cuando decline el año que ahora empieza.Tenemos figuras,colgantes,muñequitos de distintas edades, unos hechos a mano por mis hijos, otros comprados en los distintos paises donde hemos vivido y cada uno guarda su historia.

A veces pienso que no armonizan muy bien( en el Belén hay figuras de distinto material y tamaño), me entra la tentación de tirar alguno, pero nadie quiere desprenderse de esos recuerdos: éste no que lo hice yo, éste tampoco que me lo regaló una amiga, el otro aunque esté repegado a mí me gusta...y no consigo encontrar un candidato a retirarse. Este año se nos ha roto la cabeza de una muñeca que canta "Jingle Bells" cuando le tocas el brazo y era la candidata "fetén" al retiro, sobre todo para aquellos que cuando la oyen cinco veces seguidas tienen ganas de ahorcarla; pues he tenido que intentar recomponerla con escaso éxito y el siguiente paso va a ser comprarle una nueva cabeza.


Así es nuestra historia, llena de arreglos y parches, de ilusiones nuevas y viejas, de recuerdos buenos y menos buenos, de construir y reconstruir. Pero si tirásemos nuestros recuerdos nos faltaría lo más nuestro, lo que nos hace diferentes a otros y lo que nos une.