viernes, 25 de abril de 2008

DIARIO DE UN EMBARAZO

¡Gran revolución en el Cielo! Están siendo concebidos muchos niños y Dios quiere darles un ángel para cuide durante su estancia en la tierra.

- ¿Me asignarán uno? ¿Estaré preparado para cuidarle? ¿Cómo será el que me toque? ¿Será niño o niña, moreno o rubio, con pelo rizado o liso?

Reina el nerviosismo entre los ángeles inexpertos y emocionados ante la confianza que Dios va a depositar en ellos.
A Querubín le ha llegado el momento de cuidar de una de las criaturas preferidas por Dios, la más querida, la que está llamada a parecerse a su Hijo.

- Aaaaaaaaaaaaaaaah! creo que ya estoy...

Querubín siente como un torbellino que le arrastra del Cielo y de pronto se ve al lado de algo esférico y húmedo que tiene vida.

- Si, piensa, alguien me dijo que los hombres empezaban su existencia siendo una célula.Esta debe ser la mía, la que yo debo cuidar ¡yuppiiiiii! ¡ya tengo mi hombre!.
¡Anda! se acaba de dividir en dos células y...ahora en cuatro...¡esto es emocionante!
No sé cuando sabré si es niño o niña porque nadie me ha informado...bueno, creo que me da igual, al fin y al cabo no tengo experiencia en cuidar a ninguno. Eso si, antes de bajar del Cielo recibí instrucciones precisas de cómo son físicamente cada uno y dicen que hasta su cerebro presenta algunas diferencias. Espero que las instrucciones estén claras...

- ¡Uy! ¡Si ya tiene tantas células que no soy capaz de contarlas! ¡esto va que vuela! Si pudiera contárselo a mis amigos...

-Algunos de los ángeles mayores nos han contado historias terribles sobre los niños que les encomendaron. Cuentan que cuando eran tan pequeños como éste estaban a su lado y de pronto eran aspirados y destruidos. Otros dicen que había una sustancia que hacía que se desprendiese de su madre y finalmente moría.
Incluso, algunos contaron que había niños con más tiempo de vida que ya tenían su cabeza, piernas y brazos formados y cuando estaban jugando en el útero de su madre dando volteretas y manotazos y hasta parecía que se reían, de pronto, empezaban a gritar y veían algo que les rompía el cuerpo en pedazos. Ellos llamaban a su madre para que les ayudase , pero no parecía oírles.
Uno de mis amigos mayores contó que él gritaba más para que la madre le oyera y como no lo conseguía habló con el ángel de la madre que estaba desolado porque intentaba avisarla, pero ella no le escuchaba. Al final todo era sangre y ya no volvió a verle. Cuentan que después la madre lloraba y lloraba y decía algo así como: ¡por qué lo he hecho!. Su ángel intentaba de nuevo que le escuchara, quería decirle que pidiese perdón a Dios, pero no sabe si le escuchaba...
Mi amigo dice que antes de que pasaran estas cosas había oído conversaciones muy duras, lloros, discusiones con un hombre, y otras voces muy amables que decían: hay que respetar la salud de la madre, ella debe decidir qué hace con su cuerpo, después de ésto se quedará mejor...pero nadie hablaba del niño.Se oía hablar de masa de células, embrión, feto...como cosas que había que eliminar, pero en mi manual yo he leído que eso no son más que nombres que ellos le ponen al niño en sus distintas etapas y que se continúan con bebé, niño, adolescente, joven, adulto y anciano.Pero nadie hablaba de cuidar al niño, nadie quería saber a qué jugaban mi amigo y él, ni todas las cosas que iba aprendiendo a hacer.Me contó que un día dio tantas volteretas que se le enredó el cordón umbilical en el cuello y tuvo que ayudarle a desenredarse dando vueltas para el otro lado ¡Uff! ¡qué apuros pasó! menos mal que en su manual estaba explicado como deshacer estos líos.

- Con tanto contar cosas ya han pasado tres meses y este niño ya tiene cara, aparecen sus bracitos y piernas y...¡veo latir el corazón!
- ¡Uy! atención que oigo algo de una ecografía y, si no recuerdo mal, es que nos van a hacer una foto. A ver, ponte de lado que a las madres les gusta ver el perfil...
- Dentro de poco sabré si es niño o niña , momento que creo que es superemocionante. Otro amigo me contó que cuando se enteró de que era una niña se emocionó y se puso a estudiar los apuntes y en ellos descubrió que todos los hombres y mujeres son igualmente importantes y tienen cuerpo y alma.No como nosotros que somos sólo espíritu...por eso ellos salen en las fotos.
También pone muchas cosas sobre sus diferencias físicas y sus comportamientos pero no me voy a entretener mucho de momento porque mi amigo dice que es un tema sobre el que los adultos discuten mucho y no se si ya estoy preparado para eso.

- ¡Cómo pasa el tiempo! he descubierto que debo cuidar a un niño al que le encanta chuparse el dedo y muy juguetón, ya me ha dado varias patadas y parece que va a sacar el pie por la barriga de su madre cuando se estira.Yo le digo que no sea bruto que le va a hacer daño, pero ella le acaricia y no parece importarle.A lo mejor piensa que va a ser futbolista...

- Desde hace unos días todo está más tranquilo, el niño ha crecido y parece ocupar todo el interior de su madre con una postura un poco extraña ¡cabeza abajo! Está tan apretado que ya no podemos jugar más que a hacer muecas y acariciar a su madre.Creo que a ella le gusta y nos pone música y nos quedamos dormidos.

- Presiento que pronto ocurrirá lo que en el manual llaman parto. Si, creo que ya se acerca, noto agitación en su madre y cada vez estamos más apretados, como si nos empujaran cada vez más fuerte.Como estoy un poco asustado le pregunto al ángel de su madre qué es lo que le está pasando y el me tranquiliza: no te preocupes, esto ya le ha pasado otras cuatro veces y sólo es el comienzo de una nueva etapa, empieza la parte más difícil de tu misión: ayudar a que cada día quiera más a Dios y llegue al Cielo.

4 comentarios:

maria jesus dijo...

Hola, vengo del blog de D. Enrique. Muy bonito lo que escribes. Te pongo un enlace. Un saludo

Altea dijo...

¡Qué tierno! Pobre ángel novato, qué dudas.

LARA CRAFT® dijo...

¿y como sigue ahora esta criatura? Ya tiene casi un mes. Sigue contadonos cosas. Querubín tiene trabajo. Tendrá que decirnos como le va. Muy bonito. Gracias.

Altea dijo...

Yo sigo pasándome por aquí. Por si acaso.